El fenómeno de la inmigración de grandes ciudades a pequeños municipios desde hace una década ha supuesto un aumento de personas que hemos realizado una peregrinación a diferentes puntos de Catalunya, en un corto espacio de tiempo. A pesar de que los organismos oficiales y ayuntamientos son conscientes de que se ha producido este incremento de la población en municipios como Masquefa, la realidad pasa porque, hasta el momento, ni el Gobierno ni las comunidades autonómicas ni los propios ayuntamientos han planificado los recursos sanitarios humanos y asistenciales de cara a adaptarlos a esta nueva situación. Son los mismos profesionales sanitarios y los propios usuarios los que están dando aviso a una población que sigue creciendo.
Durante muchos años los pequeños municipios como el nuestro han sido parte de la emigración de grandes ciudades como Barcelona, y otras muchas para poder asegurarse el futuro en los tiempos en los que en estás mismas ciudades era mucho más complicada poder optar a una vivienda de propiedad. Sin embargo, con el paso del tiempo, nuestro país ha experimentado un crecimiento económico vertiginoso y las tornas han cambiado radicalmente.
Todos estos municipios que se convirtieron en pueblos de acogida de personas con residencia en grandes ciudades y con derecho a recibir asistencia sanitaria en cualquier día de la semana, tanto festivos como laborables, y en cualquier hora del día, con centros abiertos las 24 horas del día, suponía un seguro de bienestar personal como recurso humano y asistencial del sistema Nacional de Salud.
La situación es manifiestamente peor ahora que hace un lustro: la escasez de personal sanitario afecta a todas las comunidades autónomas y, los recursos ha supuesto que la distribución de determinadas poblaciones como la nuestra sea caótica.
De esta manera, existen zonas geográficas con un número muy elevado de ciudadanos donde faltan especialistas como pediatras, como una atención especializada urgente para niños menores de edad, y padres con dificultades de poder desplazarse a otros municipios por motivos profesionales familiares.
Sin entrar a valorar las consecuencias que estos deficientes servicios están ocasionando a nuestra población de Masquefa, puedo suponer que el incremento que se viene experimentando cada año en numero de habitantes marca una realidad a tener muy en cuenta porque este continuo aumento no se ha visto acompañado de una mínima planificación de los recursos sanitarios humanos, ya sea por parte del departamento de salud como responsables de la cohesión del sistema, o de los pequeños ayuntamientos como el nuestro que ostentan competencias para poder ofrecer recursos sanitarios privados como medida de actuación en un momento que no se han tomado medidas específicas de cara a adecuar los recursos a la nueva realidad de nuestra población.
Las situaciones actuales que se vienen realizando en nuestro ambulatorio podrían describirse como simples parches que vienen a solucionar momentos concretos pero que no suponen una medida eficaz y estudiada para paliar la situación de deterioro a medio o largo plazo.
No debo de entrar en debate en el modelo de salud. Para responder a la pregunta de cuántos necesitamos, debemos tener claro cuál es el modelo de sanidad que necesitamos en este municipio y asegurar los servicios de urgencias como una gestión de asistencia urgente para nuestros ciudadanos.
Nuestros mandatarios no deben de olvidar los problemas que sufren nuestros ancianos y niños por no poder ofrecer los recursos humanos sanitarios, que desde hace años, se siguen agravando cada vez más.
La esperanza de una reflexión en conciencia, debe de ser la respuesta eficaz al malestar que ha surgido de una sociedad que siempre ha buscado el bienestar.
Atentamente
Josep Belana
Doctor en Filosofía y Ética |